Inconciencia social como pobreza cultural

En este trabajo, abordaré la pobreza cultural como un problema de índole social, vale decir, que nos ataña como comunidad solucionar. ¿Seremos nosotros los responsables de la desvaloración cultural que existe en nuestra época?

Para comenzar esta investigación debemos considerar la pobreza como un concepto amplio, que según Tomás Austin Millán, es toda situación de privación, relativa o absoluta en la satisfacción de un conjunto de necesidades humanes centrales . La pobreza relativa, no es pobreza en sí, sino en comparación con otros y con el nivel de aspiraciones. Todos podemos ser pobres relativos en la medida en que nos comparamos con otros. Y pobreza absoluta, es la imposibilidad de satisfacer las necesidades básicas para el desarrollo y la conservación de la vida .

La pobreza cultural puede provenir de otras clasificaciones de pobreza, como; la pobreza de entendimiento, identidad, subsistencia. Esto por falta de educación y por los medios para conseguirla, y por la no valoración de los rasgos culturales propios de un grupo.

Si tomamos en consideración que cuando hablamos de pobreza cultural no sólo estamos hablando de la carencia de educación, de acceso a libros, bibliotecas, museos y medios que difundan el aprendizaje, sino también de una falta de conciencia ecológica y una desvaloración de las costumbres y características de los distintos pueblos.

Basta sólo con salir a nuestras calles para darnos cuenta del deterioro de éstas. ¡Realmente un culto al cemento! , construyen carreteras para mejorar nuestras condiciones de vida sin dimensionar que no toda la comunidad tiene acceso a ellas. También edifican arrasando con las áreas verdes de las ciudades, cada vez vivimos más urbanizados. Si bien, la tecnología nos facilita muchas cosas y nos comunica de manera más instantánea, también nos separa de los otros y nos quita la naturaleza de la cual provenimos.

Asimismo, tenemos la limpieza de nuestras ciudades, caminamos por la basura y somos rodeados de paredes de plástico. Hemos sido invadidos por publicidades, propagandas, graffiti y un centenar de cosas que no necesitamos.
Realmente creo que es una lástima que exista esta desvaloración cultural del lugar en que nos desarrollamos.

Por otra parte, existe una gran devaluación de las costumbres y rasgos de las variadas culturas que conforman nuestro alrededor. Discriminación hacia ciertas razas y falta de identidad con los pueblos a los que pertenecemos. En esta misma búsqueda de identidad cultural surgen las tribus urbanas, que en nuestro país han tenido una gran masificación. Son jóvenes que se visten de una forma, actúan de la misma y escuchan ciertos tipos de música que los hace pertenecer ha cierto clan, sin embargo, muchas veces no se sienten representados por ese estilo, pero con el propósito de pertenecer a algún grupo se quedan de igual manera ahí.

Con respecto a la pobreza de educación o pobreza de entendimiento, es una realidad, sin duda es algo con lo que debemos convivir todos los días. Los pobres materialmente también lo son culturalmente , por lo tanto, al no tener acceso a educación debido a su imposibilidad de satisfacer esa necesidad, que claramente no supera la carencia de alimento y vivienda, debe dejar de cubrirse.
Finalizando esta investigación, quiero aclarar que esto no es una critica burda, sino un intento de generar conciencia en ustedes.
Si nos planteamos culpables, está muy claro que somos nosotros quienes han hecho de nuestro entorno natural un regimiento de cemento.
No podemos pretender que esta bola de nieve, como lo es la pobreza cultural, crezca más. Somos los dueños de la cultura, por lo tanto quienes podemos producir los cambios reales.
Somos granos de arena que juntos formamos una playa…por eso debemos trabajar en conjunto para crear lo que será la sociedad del futuro, en la cual quedará nuestra descendencia.

Por Camila Morán